Buscando, encontré bastante información en relación a la actuación para teatro y la actuación para televisión, sus diferencias y algunas similitudes. Como ya hemos mencionado, en muchos casos los alumnos, el único (o el primer) acercamiento que han tenido con lo dramático no es a partir del teatro sino a partir de la TV.
El poder explorar las diferencias de estas dos situaciones sería de mucha utilidad para ahondar en estas cuestiones. Además la utilización de la TV como herramienta para la enseñanza de Teatro, puede ayudarnos a crear una mirada crítica hacia la televisión y lo que en ella sucede.
En este video escucharemos algunas cosas interesantes sobre las cuales podremos discutir luego.
El Teatro épico (alemán: Episches Theater), también conocido como el Teatro de la alienación o Teatro de política, es un tipo de teatro que surgió a principios del siglo XX, intrínsecamente ligado al director alemánBertolt Brecht que promulgaba el compromiso político y abogaba por el teatro de tipo social, comprometido con los problemas de la época. Aunque muchos de los conceptos relacionados con el teatro épico habían existido durante años o incluso siglos, Brecht los unificó, desarrollando y popularizando el estilo. Más tarde Brecht preferiría el término de teatro dialéctico para enfatizar el elemento de la argumentación y la discusión.
En el teatro épico se asume que el propósito de la obra, más que el entretenimiento o el mimetizar la realidad, era presentar ideas e invitar al público a hacer juicios acerca de ellas. Los personajes no deben imitar a las personas reales, sino representar los lados opuestos de un argumento, de arquetipos o estereotipos. El público debería siempre ser consciente de que está viendo una obra de teatro, y debería permanecer a una distancia emocional de la acción; Brecht describió este ideal como Verfremdungseffekt (Efecto de extrañamiento o alienación). Es lo contrario de la suspensión de la incredulidad.
En general fue una reacción contra otras formas populares de teatro, en particular contra el drama realista cuyo pionero era Konstantin Stanislavski. Como Stanislavski, a Brecht no le gustaba el espectáculo vacío, los argumentos manipulativos y la elevada emoción del melodrama; pero donde Stanislavski intentó copiar el comportamiento humano real a través de técnicas de actuación para sumergir al público en el mundo de la obra, Brecht buscó otra forma de escapismo. Al centrarse el teatro épico en lo político y social, se produce un alejamiento de las teorías radicales de Antonin Artaud quien buscaba afectar al público en un nivel absolutamente irracional. Aparte de esto Brecht introdujo la técnica de distanciamento.
También se contrapone al Teatro aristotélico en el que el espectador debía identificarse con el personaje (catarsis).
Eran técnicas de producción comunes en el Teatro Épico la inclusión de escenarios irreales por su simplificación, anuncios o carteles que interrumpen y resumen la acción, y música que entra, de manera irónica, en conflicto con el efecto emocional esperado. Brecht usaba la comedia para distanciar a su público de los hechos emocionales o serios y se vio muy influenciado por los musicales y los intérpretes de feria, por lo que incorporaba música y canciones en sus obras.
La actuación en el Teatro Épico necesita que los actores interpreten sus personajes de manera convincente sin, por el contrario, convencer ni a la audiencia ni a ellos mismos de que son en realidad los personajes que interpretan. Los actores a menudo interpelan directamente al público sin estar interpretando su personaje (romper la cuarta pared) e interpretan múltiples papeles. Brecht pensaba que era importante que las opciones de los personajes fueran evidentes e intentó desarrollar un estilo de actuación en el cual era evidente que los personajes elegían una opción en lugar de otra. Por ejemplo, un personaje puede decir: "Podría haberme quedado en casa, pero en su lugar fui de compras".
Un término acuñado por Brecht es el Gestus: una actitud física o un gesto que representa la condición del personaje independientemente del texto. Brecht se basó en el teatro chino: notó que el actor Mei Lan Fang interpretó una escena que requería que su personaje estuviera asustado tan sólo poniendo un mechón de su pelo en su boca, y todo el mundo en la audiencia supo que el personaje estaba asustado, aunque el actor permaneció completamente calmado durante toda la obra. Con un gestus que claramente defina la actitud del personaje, el actor se distancia de la obra y por lo tanto evita cualquier emocionalidad excesiva.
Si bien es claro que la Televisión y el Teatro son cosas totalmente diferentes, cabe la pregunta de si es posible utilizar contenidos desarrollados en la TV para colaborar en la enseñanza de Teatro.
Muchas veces hemos asistido a intentos de difusión del teatro a través de la TV, cuando en ese intento se pierde exactamente una de las características más fundamentales del hecho teatral: el convivio.
No obstante varios datos interesantes he encontrado a partir de intentar indagar un poco acerca de la posibilidad de utilización de TV para la enseñanaza de teatro.
Uno puede preguntarse... por qué insistir con eso? si son dos cosas diferentes? Pensemos que muchos alumnos lo más cercano que tienen a una experiencia dramática es la experiencia de la TV y que hay muchos que inician sus estudios de actuación en las escuelas de teatro porque quieren trabajar en TV. Por lo tanto creo que la relación exixte, sólo hay que ver la forma de lograr, utilizando elementos de los medios masivos, acercarnos a los saberes del teatro (por oposición, comparación, reflexión, lo que sea) pero estaríamos apelando a un elemento que es común a todos, la Televisión.
A lo largo de estas reflexiones iré compartiendo información, reflexiones y pensaminetos en torno a esta idea.
Comparto una presentación que encontré y creo tiene elementos interesantes para analizar
El exilio de Brecht fue seguramente el tiempo más duro de su vida, a pesar de lo cual en este periodo escribe algunas de sus mayores obras y alcanza su plena madurez con sus cuatro grandes dramas escritos entre 1937 y 1944.
Encontrándose en una situación económica difícil, tuvo que viajar primeramente a Austria, luego a Suecia, donde vivió durante un año en una granja cerca de Estocolmo y, en abril de 1940, a Helsinki.
Durante esta época escribió su obra La vida de Galileo. Esta pieza teatral recrea muy libremente la biografía del científico, describiendo la auto-condenación del personaje para dar encima de su teoría heliocéntrica delante de la Inquisición. Brecht siempre se pronunció contra la autoridad, el estado y la sociedad con la justa crítica para no llegar a ser mártir de sus propias ideas. En Suecia escribió el poderoso alegato antibélico Madre Coraje y sus hijos, en una tentativa de demostrar que los pequeños empresarios codiciosos no vacilan en promover devastadoras guerras para ganar dinero. La vida de Galileo fue estrenada el 9 de septiembre de 1943 en el teatro de Zúrich. El alma buena de Sichuan (1938-40) examina el dilema de cómo ser virtuoso y sobrevivir al mismo tiempo en un mundo capitalista.
En El círculo de tiza caucasiano narra la historia de una pugna por la posesión de un niño entre una madre de la alta sociedad que le abandona y una criada que se ocupa de él a la manera salomónica. El juez debe decidir cual es la verdadera madre.
En el verano de 1941, viajó desde Moscú en el expreso transiberiano a Vladivostok. Desde el este de la URSS se trasladó en barco a California, asentándose en Santa Mónica, cerca de Hollywood. Allí intentó escribir para la industria de Hollywood, pero sus guiones no fueron admitidos por las grandes productoras cinematográficas.
En Estados Unidos, organizó algunas representaciones teatrales, en la mayoría de los casos en escenarios de emigrantes, pero Brecht vuelve a ser perseguido por sus ideas políticas, y el 30 de octubre de 1947 es interrogado y acusado de actividades antiamericanas por el Comité de Actividades Anti Estadounidenses, que conducía el senadorrepublicanoJoseph McCarthy, por lo que tuvo que escapar al día siguiente otra vez a Suiza, sin esperar el estreno de su drama La vida de Galileo en Nueva York. Suiza era el único país al que podía viajar, y allí pasó un año en el que escribió El Señor Puntila y su criado Matti, un drama popular sobre un granjero finlandés que oscila entre la sobriedad grosera y el buen humor borracho.
Bertolt tenía prohibida la entrada a Alemania Occidental (RFA), ya que las autoridades de ocupación de la postguerra (aliados) le negaban la entrada. Tres años después obtuvo la nacionalidad austriaca. Tras 15 años de exilio volvió a Alemania en 1948, instalándose en Berlín oriental.
A comienzos de 1949 se trasladó con un pasaporte checo a través de Praga a Berlín Este. Vivió en la «Casa de Brecht» en Weissensee, comenzó a trabajar en el Antígona de Sófocles, versión de Friedrich Hölderlin, y en otra obra importante, el Pequeño Organum para el teatro, siendo director general del Deutsches Theater. En otoño fundó junto con Helene Weigel el Berliner Ensemble.
A continuación trabajó de una manera muy comprometida para el teatro. Son años de escenificaciones y publicaciones espectaculares en los que llegaría a hacerse famoso y en los que tuvo algunas actuaciones por invitación en capitales europeas, lo que causó tensiones con la dirección del SED (Sozialistische Einheitspartei Deutschlands: Partido Socialista Unificado de Alemania) así como con representantes de la burocracia cultural y de la vida del teatro. Diversas obras fueron rechazadas, como por ejemplo Santa Juana de los Mataderos y la película Kuhle Wampe.
En 1955 Brecht recibió el premio Stalin de la paz. Al año siguiente, el 14 de agosto, contrajo una inflamación del pulmón y murió de una trombosis coronaria en Berlín del este.
En virtud del quincuagésimo aniversario de su muerte, el diario alemán de Berlín, Tagesspiegel publicó las grabaciones completas de un discurso dado el 1 de septiembre de 1956 por Erik Mielke en virtud de su asunción como Director de la Stasi (policía secreta de la RDA). En él Mielke admitía que Brecht «quería hacer una denuncia contra un dirigente de la Staatssicherheit», y luego de una pausa, cargada de significado, agregó: «Y después Brecht se murió de un infarto». De este modo la hipótesis abonada es que Brecht recibió un «tratamiento mortal deliberado» a la afección coronaria que arrastraba desde hacía años.[2]
Su estilo y su lenguaje continúan ejerciendo influencia hasta hoy día en el teatro moderno.
Todas las obras de Brecht están absolutamente ligadas a razones políticas e históricas y tienen un sobresaliente desarrollo estético. En realidad, en Brecht se encuentran siempre unidos el fondo y la forma, la estética y los ideales.
Desde sus comienzos se caracterizó por una radical oposición a la forma de vida y a la visión del mundo de la burguesía y, naturalmente al teatro burgués, sosteniendo que sólo estaba destinado a entretener al espectador sin ejercer sobre él la menor influencia. Brecht, desarrolló una nueva forma de teatro que se prestaba a representar la realidad de los tiempos modernos, y se encargó de llevar a escena todas las fuerzas que condicionan la vida humana.
Además de conmover los sentimientos, obligaba al público a pensar; en las representaciones teatrales nada se daba por sentado y obligaba al espectador a sacar sus propias conclusiones. Hasta el fin de su vida sostuvo la tesis de que el teatro podía contribuir a modificar el mundo.
Para ello fue creando una nueva idea del arte como comprensión total y activa de la historia: el Efecto de distanciamiento, la no contemplación lírica de las cosas y tampoco replegamiento sutil sobre la subjetividad, sino elecciones humanas y morales, verificación de los valores tradicionales y elaboración de una nueva presencia de la poesía en la sociedad.
Su llamado teatro épico, narrativo, continua apuntando en las escenificaciones de hoy a provocar la conciencia crítica de espectadores y actores. Hay que desmenuzar el texto, no sentirlo, examinarlo desde lejos, tomar distancia del propio yo. Nada de sentimentalismos que provoquen lágrimas en el escenario.
Brecht hizo gala de antisentimentalismo, así como de su condolencia para los pobres y su sufrimiento, al tiempo que atacaba la falsa respetabilidad de los burgueses.
El famoso efecto de distanciamiento creado por Brecht es un arma contra el romanticismo y el sentimentalismo. La crítica social, la compasión con los seres humanos y el consiguiente cambio de la sociedad debían desempeñar el papel esencial. Así, las canciones interrumpen los parlamentos, el telón priva al escenario de la magia teatral, y un cartel plantea la exigencia.
Los actores de Brecht son sus alumnos: los deja actuar en el escenario y de ese modo edifican la pieza, mientras que el director la destruye. La genialidad y la ingenuidad mantienen un equilibrio. Esta combinación es el secreto del éxito de Brecht.
Brecht figura entre los autores más importante del siglo XX. Es el prototipo de intelectual revolucionario que ha tratado descifrar la realidad a través del arte.
Lo cierto es que su obra teatral y sus numerosos escritos teóricos han ejercido enorme influencia sobre los escritores contemporáneos a él.
Eugen Berthold Friedrich Brecht nació el 10 de febrero de 1898 en el seno de una familia burguesa de Augsburgo, ciudad de Baviera. Su padre, católico, era un acomodado gerente de una pequeña fábrica de papel, y su madre, protestante, era hija de un funcionario.
El joven Brecht era un rebelde que jugaba al ajedrez y tocaba el laúd. Se sentía atraído por lo distinto, lo extravagante, y se empeña en vivir al margen de las normas de su tiempo, de su recato y su sentido de disciplina. Desde muy joven demostró que estaba lleno de ideas para construir una sociedad distinta, mejor.
En la escuela destacó por su precocidad intelectual y terminó el bachillerato especial (Notabitur), al verse involucrado en un escándalo. Inicialmente influído por la euforia de la guerra, Brecht la criticó con el ensayo sobre el poeta Horacio (65 a. C.–8 a. C.) «Dulce et decorum est pro patria mori» («Dulce y honorable es morir por la patria»), en el que se considera honorable morir por la patria y que Brecht considera como «propaganda dirigida» en la que sólo los «tontos» caen. Por ello fue castigado con la expulsión de la escuela. Sólo la intervención de su padre y el profesor de religión le evitaron el cumplimiento del castigo.[1
Inicios
Comenzó a escribir poesía pornografica desde muy joven, y publicó sus primeras experiencias sexuales convertidas en poemas sobre prostitutas y vagabundos en 1914. También escribía cuentos, y canciones que entonaba él mismo acompañándose con la guitarra.
En 1917 inició la carrera de Medicina en la universidad Ludwig Maximilian de Múnich, pero tuvo que interrumpir los estudios para hacer el servicio militar como médico en un hospital militar en Augsburgo, en el marco de la Primera Guerra Mundial.
En 1918, con sólo veinte años, escribió su primera obra teatral, Baal, una obra de gran fuerza poética, cuyo personaje principal es un poeta y asesino bisexual. Durante este tiempo conoció a Paula Banholzer, quien en 1919 dio luz a un hijo suyo, Frank, que moriría en el frente soviético durante la Segunda Guerra Mundial, en 1943.
Luego, entre 1918 y 1920 escribió una pieza sobre la revolución alemana, que fue liderado por los espartakistas, con el titulo Tambores en la noche. El final de esta obra sacude al auditorio: "Todo esto no es más que puro teatro. Simples tablas y una luna de cartón. Pero los mataderos que se encuentran detrás, ésos sí que son reales". La moralidad de la obra suplanta al teatro tradicional, que pretende ser imparcial. También por aquella época, la agitación revolucionaria bávara de 1918 llevó a Brecht a ingresar en 1919 en el partido social-demócrata independiente.
A partir de 1920, Brecht viajó a menudo a Berlín, donde entabló relaciones con gente del teatro y de la escena literaria.
En 1922 se casó con la actriz de teatro y cantante de ópera Marianne Zoff. A partir de aquel momento el joven artista tuvo papeles en Münchner Kammerspiele y en el Deutsches Theater de Berlín. Un año más tarde tuvieron una hija, Hanne; poco después conoció a la que sería su segunda esposa, Helene Weigel.
En 1924 abandona Augsburgo y se traslada a Múnich; de ahí se trasladaría posteriormente a Berlín, la capital, en la que reinaba una vida cultural efervescente, y donde conoce al poeta expresionista Arnolt Bronnen con el que funda una productora a la que llamarían Arnolt y Bertolt. Ese mismo año empezó a trabajar como dramaturgo junto a Carl Zuckmayer en el Deutsches Theater de Max Reinhardt y tuvo a su segundo hijo, Stefan, aunque tres años más tarde se divorciaría de Marianne Zoff.
Desde 1926 tuvo frecuentes contactos con artistas socialistas que influirían en su pensamiento y en 1927, comenzó a estudiar El Capital de Marx. En 1929 ingresó en el Partido Comunista.
Ese mismo año se casó con Helene Weigel, matrimonio del cual tuvieron una hija, Bárbara.
Entre 1929 y 1934 escribió una serie de obras entre las que se destacan: Línea de conducta, Acuerdo y tal vez el más importante y bello de los trabajos de esta época: La excepción y la regla (1930), obra de profundo alcance humano.
A sus 29 años publicó su primera colección de poemas Devocionario doméstico y un año más tarde alcanzó el mayor éxito teatral de la República de Weimar con La ópera de cuatro cuartos, con música de Kurt Weill, una obra disparatada en la que critica el orden burgués representándolo como una sociedad de delincuentes, prostitutas, vividores y mendigos. Esta obra fue llevada al cine en 1931 bajo la dirección de Georg Wilhelm Pabst.
Brecht siempre buscó con sus actuaciones concienciar al espectador y hacerlo pensar, procurando distanciarlo del elemento anecdótico; para ello se fijó en los incipientes medios de comunicación de masas que la recién nacida Sociología empezaba a utilizar con fines políticos: la radio, el teatro e incluso el cine, a través de los cuales podía llegar al público que pretendía educar. Su meta fue alcanzar un cambio social que lograse la liberación de los medios de producción. Ese propósito lo abordó tanto a través del ámbito intelectual como del estético.
Un año después, Brecht llevó sus ideas comunistas al cine con Kuhle Wampe (o ¿A quién le pertenece el mundo?), dirigida por Slatan Dudow y con música de Hanns Eisler, que muestra lo que podría ofrecer el Comunismo a un pueblo alemán azotado por la crisis de la República de Weimar.
Hasta 1933, Brecht trabajó en Berlín como autor y director de teatro. Pero en aquel año, Hitler se hace con el poder. A comienzos de 1933 la representación de la obra La toma de medidas fue interrumpida por la policía y los organizadores fueron acusados de alta traición. El 28 de febrero —un día después del incendio del Reichstag— Brecht y Helene Weigel con su familia y amigos abandonan Berlín y huyen a través de Praga, Viena y Zúrich a Skovsbostrand, cerca de Svendborg, en Dinamarca, donde el autor pasó cinco años. En mayo de 1933 todos sus libros fueron quemados por los nacionalsocialistas.
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HOGAR DEL HUERFANO
MARTES 7 DE SEPTIEMBRE
Hace 14 años
Acerca de este Espacio (Escena)
Este espacio surge junto a mi proceso de reconexión con el teatro.
Inicié mi realción con el Teatro cuando tenía 15 años, en la escuela secundaria con Aldo Pricco como profesor.
Luego nunca dejé de estar vinculada al Teatro, de una u otra manera.
Pasé por varios Talleres de Teatro hasta que me decidí a estudiar la Carrera de Atuación en La escuela Provincial de Teatro (en ese momento no tenía nombre, pero ahora es la Ambrosio Morante.
Allí conocí al Maestro Norberto Campos y formé un tiempo parte del grupo de "Los Ambulantes".
Al recibirme trabajé en dos proyectos muy importantes para mi y muy diferentes entre si: "Vittorino Pacheco, en donde el camino siguó para otro lado", dirigida por Gustavo DiPinto ( también la interpreté junto a Rodolfo Pacheco) y "Breve Historia de la Sangre, escenas religiosas", dirigida por Gustavo Guirado.
Estuve un tiempo tomando luego clases con Ricardo Bartís y fue por esa época que la crisis en lo teatral me sorprendió.
Siempre vuelvo, porque los momentos en los que más he sido yo, han sido siendo otras en un escenario.
Así que trataré de correr más rápido que la crisis ... si bien tengo más años, creo que puedo correr más rápido en esta oportunidad.
El Teatro y yo ... a partir del 2010
Mi acercamiento a las cosas necesariamente tiene que ser desde lo intelectual, ayudada por las instituciones, que si bien en otros ámbitos no han podido conmigo (o yo no he podido con ellas), en lo referido al teatro, me han mostrado situaciones y personas que no esperaba encontrar (fue realmente una grata sorpresa)
Este año he retomado estudios en relación a lo teatral, estoy realizando las materias pedagógicas vincualdas a la enseñanaza del Teatro en la Escuela de Teatro de Rosario (la ex- nacional) en el marco de la Carrera de Pedagogía Teatral y he iniciado una Maestría en eduación Artística en la Facultad de Humanidades y Arte de Rosario.
En realidad lo que más me gusta es ACTUAR, pero necesito este período de aprestamiento cerebral para poder reconectarme un poco conmigo y desde ahí con el teatro.
Ya tengo proyectos en mente junto a amigos actores que he conocido a lo largo de la vida teatral... pero aún están en gestación... ya contaré más al respecto.